
SIN CONSUELO. Familiares y vecinos abrazan al mayor de los hijos de la pareja, a la puerta de la casa. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO

Caminó las cinco cuadras que separan su casa de la comisaría de Banda del Río Salí. Tenía la ropa manchada con sangre y llevaba a su hijo mayor de la mano. Se paró frente a los policías y, llorando, les dijo: "vengo a entregarme; maté a mi esposa". A las 14.20, en una de las habitaciones de la casa ubicada en calle Reconquista 348, Gilda Barbieri, de 34 años había recibido un puntazo en el cuello y otro en el pecho. En un ataque de celos, Hugo Zelarayán, de 50, se había abalanzado sobre ella y la había asesinado.
Barbieri y Zelarayán convivían desde hace unos 15 años. El trabaja en la Municipalidad, en el área de Alumbrado Público. Ella se dedicaba a cuidar a sus hijos de 12, seis y tres años. El mayor estaba en la casa cuando su padre mató a su madre.
"El chiquito me contó todo. Hace unos segundos pasó por acá. Pobrecito, está destruido. Venía desde la comisaría, de acompañar a su padre, que estaba declarando", dijo Cecilia Ledesma, de 26 años.
Los familiares de la víctima estaban consternados. El momento más tenso se vivió cuando llegó uno de los hermanos de Barbieri. "¿Dónde está ese hijo de puta? ¿Por qué le hizo eso a mi hermana?", gritaba mientras entraba a la casa; segundos después salió desencajado y encaró a los medios de prensa. "No sé si este hombre habrá estado drogado o borracho. Lo único que sé es que degolló a mi hermana", exclamó, antes de volver a entrar sin identificarse.
"Le tapó la cara con una almohada y le clavó un cuchillo", relató Claudia Aguirre, vecina de la pareja. Según ella, este no es el primer hecho de violencia doméstica que tiene como protagonista a Zelarayán. "Hugo tenía otra pareja hace unos 20 años, pero se separaron porque ella decía que él le pegaba", aseguró la mujer.
Bajo el sol de la siesta, decenas de vecinos y curiosos se agolparon frente a la casa, consternados por la muerte de "Pinina", como se conocía en el barrio a Barbieri. "Era una excelente mujer. La conocía desde hace muchos años. A él también, porque éramos compañeros de trabajo en la Municipalidad. Siempre pensé que era una buena persona; no sé qué se le habrá pasado por la cabeza para hacer lo que hizo", expresó Ramón Rocha, de 54 años.
La principal hipótesis respecto de lo ocurrido se refiere a una explosión de celos tras acusar a la mujer de una supuesta infidelidad, dijeron policías. "Es lo que aseguran algunos familiares que viven en esa casa. El mismo imputado dio a entender algo así cuando declaró", explicó la fuente. La pareja habitaba una precaria vivienda en el fondo de un terreno que pertenece a la madre de la mujer asesinada. Zelarayán, según relató, discutió con ella y luego la tomó del cuello y la apuñaló hasta matarla; utilizó para eso un cuchillo de cocina de unos 15 centímetros. "Cuando decía que había asesinado a su mujer no lo podíamos creer", aseguró un agente.
En la comisaría, luego de la confesión, el chicó abrazó a su padre: "no te preocupés, yo me voy a quedar con vos", le dijo. Llorando, Zelarayán, le respondió: "ella era lo que yo más amaba".
Siete ataques en el año
- 17 de enero.- Sixto Aranda mató de 17 puñaladas a su mujer, Graciela Rodríguez, en Los Nogales. El acusado está preso y espera ser enjuiciado.
- 12 de febrero.- El oficial Luis Pérez asesinó a golpes a su pareja, Mariana Espinoza, en el barrio Tiro Federal.
- 17 de febrero.- Alba Ponce fue asesinada de dos escopetazos en el comedor del barrio La Cartujana por su ex pareja, Héctor Delgado. El hombre luego se suicidó.
- 2 de marzo.- En El Siambón, Romina del Milagro Pistán fue degollada por su pareja, Carlos Alvarez, quien después del hecho se ahorcó en el monte.
- 11 de agosto.- Mónica Pérez fue ahorcada por su ex pareja, Francisco Soraire, en la habitación de un hotel. Horas más tarde el homicida se suicidó de un escopetazo en el pecho frente a la tumba de sus abuelos, en Los Lunarejos.
- 13 de agosto.- En una casa de Tafí Viejo, Miryam del Carmen Ferrero, de 41 años, fue asesinada por su novio, Antonio Guerrero, de 53 años, quien luego se suicidó.







